6.12.07

Welcome.

30 de Septiembre, 2005.
16:45

Sigo atrapado. El guión que he escrito como tesis es correcto y funciona: pero no me convence. Ahora, lo que me preocupa, es detectar si es sólo el temor a filmarlo o tiene realmente la carencia de ciertos elementos que no lo validen para mí y/o espectador. No quiero encontrarme luego editando un material basado en un guión “cojo” y entregarme a lo que ya está. Necesito obligarme a centrar la mirada, el ingenio, el YO por entero a escribir una historia que pueda llamar y sentir “redonda”...

M me dice que deje de dispersar mis ideas y mi voluntad. Cree que pienso mucho pero hago poco. Lo dice con amor, lo sé, ella nunca ha dejado de ser crítica “objetiva”. Seguro se frustra en el mismo grado que yo ante tantas interrogantes acerca de lo que escribo y quiero escribir...

El guión que escribo junto a M. B. me calma, ayuda a que regrese la confianza acerca de mis capacidades, independiente de que N. A. destrozara –con criterio y seriedad- un guión que le envié para que evaluara mi trabajo. N. A. lo encontró “correcto”, pero escaso de ingenio. Algo puede influir que el guión de 50 páginas que leyó lo escribí en tres noches. Además, lo que él considera inverosímil lo plantee pensando que el espectador de televisión se enrielara sin trabas en la historia; aquél desconocido frente a la pantalla, que quizás viene cansado del trabajo, o se ha peleado con la esposa, o la esposa que vea la historia escrita por mi esté tejiendo una bufanda para el invierno del próximo año, por lo que todo tiene que ocurrir rápido, mantener continuidad sin ser intensamente rebuscado... el asunto es entretener, ¿no?

Es así que se ha hecho una división entre el cine y la televisión. El cine es profundo; la televisión superflua, con ágil contenido y digerible como menú del día...

Me falta experiencia, lo reconozco abiertamente ante los ciudadanos de mi mente, pero no creo estar limitado o falto de creatividad. Repito: debo trabajar. Debo estudiar. Debo ganarme el mérito a través de lo que escribo sin buscar adular a nadie. Veremos qué pasa...

Debo concentrarme en una sola cosa: libertad.

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